21.9.06

Nonpoint (of view).

A reventar, así es como estaba el local más de moda de la zona del puerto. Como todos los demás, inmerso en un aura de 'total fashion people', pero eso no me importaba en este momento. Pase la cinta de entrada entre los 6 gorilas -¡seis, si que era cierta la escalada de violencia en la zona!- de seguridad armados y protegidos hasta esos horrores que tenían por cara. Driblé gente dejandola a izquierda, derecha, derecha, izquierda,... Más y más gente iba quedando a mis espaldas a medida que me adentraba en la pista de baile.

La enorme barra discurría a mi derecha y por el rabillo del ojo podía observar los esculturales y prefabricados cuerpos de las camareras sirviendo copas a ritmo de últimas tendencias musicales. Pero yo seguía directo hacia el final del local, quizá nadie se habia dado cuenta que no había venido aqui ni a bailar ni a beber. Dentro de lo impersonales que son las noches de estos oscuros tiempos esta noche, en lo que a mi respecta se llevaba la palma. No podía creer que nadie observase una mirada tan cargada de ira como la que gobernaba mi rostro en esos instantes.

De todas maneras no era capaz de obviar la musica atronadora que lo inundaba todo, atravesándote la piel. Ritmos endiabladamente pegadizos que conseguían que sintiese que más que acercarme a mi objetivo estuviese bailando con el. Una sensación electrizante me recorría el cuerpo, no puedo negarlo, la tensión provocada por la concentración en la violencia que se iba a desatar en unos segundos -un par de pasos al son de la canción- se conjugaba en mi ser a la perfección con el ritmo que por segundos escapaba más y mas alto de los altavoces.

De esa unión desesperada de ansiedad y necesidad de sentir el ambiente que me rodeaba comenzó a surgir desde mi interior una sensación que no consigo describir si no como sensualidad. Y cada vez era mayor, mas grande la necesidad de que mis movimientos fuesen dictados por mi alma alimentada directamente por el ritmo de música que me gustaba y no por mi cerebro de asesino a sueldo. Y me dejé llevar....

No importaba ya el resultado, solo la belleza del momento.

Desde cualquier punto de vista.